Luis de Guindos nos ofrece una reforma en la que la Banca deberá sanear sus cuentas por la exposición al ladrillo de 50.000 millones contra resultados en un único año, aunque las entidades que participen en procesos de fusión contarán con unas condiciones más flexibles.
El ministerio piensa que "el saneamiento rebajará el precio de la vivienda una vez que se haya materializado el ajusto de precio de los activos inmobiliarios en los balances de las entidades."
Los objetivos de esta reforma son los siguientes:
- Se conseguirá un mejor acceso de las entidades de crédito a los mercados de capitales, y una mejora del flujo de crédito a la economía real, con un impacto positivo sobre la producción y el empleo.
- Además, facilitará la salida al mercado de activos inmobiliarios en poder de la banca, con el consiguiente abaratamiento de la vivienda.
Personalmente, pienso que la Reforma Financiera esta bien. Pero, el gobierno tiene que hacer cumplir todas y cada una las medidas. Porque sino esta Reforma será insuficiente para salir de una crisis que nos está axfisiando.
En los próximos meses, veremos los resultados cosechados por estas medidas.
Podremos observar si el precio de la vivienda baja o si los Bancos se aventuran a conceder más créditos a los empresas y particulares. Será complicado, con el colchón de 50.000 millones que les exige el gobierno.
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