No podría estar más de acuerdo con esta afirmación antiquísima: "El tiempo todo lo cura."
Nada como él para sanar heridas abiertas que sangran cada día al recordar lo que la vida te va quitando de un plumazo o, más bien, de un zarpazo. Dejando un vacío eterno, que ni el hilo más grueso podrá cerrar.
No hay un día en el cual no me acuerde de él, de su caminar, aconsejar, animar, sonreír, bromear...♥
Hoy día, no lo recuerdo con tristeza, eso cambió gracias al paso de los segundos, minutos, horas, días, semanas y meses, lo recuerdo con alegría, porque me enseñó que la vida está para vivirla a cada momento. Disfrutando de ella. Bueno, mejor, según sus propias palabras: "gozando de ella".
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